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PATRIMONIO INDUSTRIAL DE PUERTO DE SAGUNTO

Itinerario didáctico multidisciplinar

 

Introducción

 

 

La torre y el baluarte del Grau Vell

 

El pequeño barrio de pescadores del Grau Vell era el embarcadero de mercancías de Sagunto, aunque sin muelle. Ocupado desde época romana , durante la baja edad media sufría, como el resto del litoral mediterráneo peninsular, las intrusiones de los piratas mogrebinos (como la de la noche del 16 de diciembre de 1547, en la que 2000 corsarios turco-berberiscos desembarcaron de 8 galeotas y saquearon el convento franciscano de San Espíritu en Gilet). Para proteger el litoral valenciano de los ataques de estos moros de la mar (también llamados velas de Argel) las Cortes valencianas de 1547 y 1552 aprobaron la construcción de un sistema de torres de vigía y defensa conectadas visual y físicamente mediante guardas que recorrían diariamente el tramo de playa entre dos torres. Además, el sistema estaba apoyado por la caballería: una compañía actuaba desde Canet en el siglo XVI y desde Moncofa en el siglo siguiente, desde una posición equidistante entre las desembocaduras de los ríos Palancia (Sagunto) y Mijares-Seco (Burriana y Almassora).

De esta antigua red de protección del litoral del Camp de Morvedre sólo ha sobrevivido la torre (del siglo XVI) y el baluarte de artillería (de 1781) del Grau Vell. Estos edificios estaban a 5 km de la torre de vigilancia de Canet (al norte) y a 7 km de la del Puig (al sur). Dos vigías observaban el mar desde la atalaya y dos guardas (los acortadores) recorrían el litoral en sendos trayectos hacia el norte (hasta la partida del Fornás, donde hoy está El Port) y hacia el sur (hasta la gola de Puçol).

En nuestro litoral las torres de vigía se situaban en los conos aluviales de los ríos, donde las condiciones defensivas eran más favorables, porque:

·      Tienen mayor visibilidad porque la tierra se adentra hacia el mar.

·      El terreno es más estable para edificar que en las restingas que separan las marjales del mar.

·      Son espacios poblados, que hay que defender directamente.

·      Son rutas de acceso hacia el interior, al contrario que las áreas de marjal.

·      Tienen pozos que podrían abastecer a los corsarios de agua fresca.

Para prevenir los ataques moriscos, en el cono aluvial del río Palancia se edificaron tres torres en el siglo XVI: Almardà (al norte), cabo de Canet (que protegía a este pueblo en la desembocadura del río) y la del Grao Vell (al sur), embarcadero comercial de Sagunto. De esta actividad quedan los almacenes construidos en sillares y con rejas de hierro forjado. Aunque en el umbral de una puerta de uno de ellos se puede leer la inscripción “SC1711”, sabemos que ya existían en 1585 por el informe de Juan de Acuña al rey sobre el estado de la defensa de este litoral.

Geografía

 

   El paisaje físico

 

   El paisaje humanizado

 

   El paisaje a lo largo del tiempo

 

Cuaderno de campo

 

Video-bibliografia

 

 

CONTRAST

Joan Costa Sanz

Antonio Ortiz López

José María Prats Escriche

Ciriaco Galán López (dibujos)

 

Colaboradoras en la edición digital:

Minerva Paz Company

Ana Isabel Suárez Hevia

 

Contactos:

 contrastapips@gmail.com 

 

 

 

Grau Vell de Sagunt: baluarte borbónico de 1781;

detrás la torre vigía antigua (siglo XVI).

 

 

Foto: Joan Costa, 1997.

 

En la parte superior derecha del baluarte, justo en la moldura, se aprecia uno de los caños de desagüe de la terraza, que parece simular al boca de un cañón.

 

 

 

Seguramente la torre vigía influyó positivamente en la revitalización comercial del embarcadero del Grau Vell durante los siglos XVII y XVIII. Por eso, en 1781 se edificó un moderno baluarte artillero adosado a la vieja atalaya hecha en 1552, dando lugar a un complejo defensivo formado por la torre vigía, el baluarte adosado a su lado Este y almacenes adosados ​​a los lados norte y sur, completado por un pozo en su interior. También había en 1787 tres alojamientos para los militares destinados en este lugar y un polvorín:

 

  1. La torre del siglo XVI, en el muro Este del recinto, tiene una planta de 4'5 x 6'6 m y una altura de 10'5 m. Hecha con mampostería pétrea y con sillares en las aristas, también tiene algunas porciones de ladrillo (aspilleras del lado Sur y tronera del lado Este). En su azotea  tiene un pretil continuo con una tronera abocinada para la artillería en el frente Este, el que da al mar. Por ella apuntaría una pequeña pieza de artillería, la culebrina de bronce de “a cinco libras” que se menciona en el Informe del estado de las fortificaciones litorales de los Reinos de Valencia y Murcia, encargado por el rey Carlos IV en 1787. También tiene dos aspilleras abiertas en el lado sur, y otros huecos abocinados y con trazado descendente en los lados norte, sur y oeste. El acceso al recinto (por el lado norte) estaba protegido desde la torre mediante un sencillo matacán o balcón de defensa vertical que permitía disparar hacia abajo. De éste sobreviven los dos boquetes dobles que lo sostenían. La única entrada en la torre estaba en el lado Oeste, que daba al interior del recinto, y se abría en alto: se accedía a ella mediante un primer tramo de escalera de piedra adosada al muro (hoy desaparecida) y, desde su rellano hasta la puerta, por una escalera de mano para poder ser retirada desde el interior de la torre en caso de necesidad.

 

  1. El baluarte o batería de artillería de 1781, adosado al frente marino de la torre tiene 6m de altura, con las aristas del lado Este redondeadas y con los muros en ligero talud, todo con el fin de ofrecer un menor y más difícil blanco a la artillería contraria.  Está construido en sillares isódomos de gran calidad y perfectamente escuadrados. De planta cuadrangular (11 x 7 m), su diseño se inscribe en el sistema moderno de defensa (ideado para hacer frente a la artillería) iniciado a finales del siglo XV por los ingenieros italianos y difundido por éstos. La batería era del tipo barbeta, es decir, de pretil bajo, sin troneras para los cañones. El talud de los muros termina en una típica moldura de perfil semicircular, tras la cual se inicia el pretil grueso, que es recto pero con un remate en glacis con el fin de desviar impactos. El bastión estaba rodeado en sus tres frentes por un foso, antes cegado y actualmente reabierto, con una anchura y profundidad de unos 3'5 m. El acceso a la batería o azotea del baluarte únicamente se podía realizar a través de la torre. El informe de 1787 antes citado dice que tenía tres piezas de artillería de “a 16 libras”, las mayores que tuvo la defensa litoral del Camp de Morvedre (era el tipo de cañón, por peso de la carga lanzada, que se utilizaba en la segunda batería de los navíos de línea de tres puentes). Detalle interesante es el escudo coronado que ostenta el baluarte en su frente marino, totalmente carcomido por la sal, aunque aun así ha sido identificado como el de les armas menores de los Borbones.

 

Grau Vell: torre vigía del siglo XVI y baluarte borbònico de 1781:

vista lateral desde el Sur (A), detalle del escudo del baluarte (B) y vista lateral desde el Norte, con almacenes en primer término (C).

                                                                                                                                                         

 

A

B

C

Fotos: Conselleria de Cultura, Direcció General de Patrimoni Cultural Valencià, 2005.