Ferrocarril de la Compañía Minera de Sierra Alhamilla (de Lucainena á Agua Amarga, Almería)   

 

Las concesiones mineras  en Sierra Alhamilla, estuvieron en manos de la casa A. Borner, a cuyo cargo estaba el desagüe de la roza de Herrerías. La intención era concluir un ferrocarril para dar salida al mineral de hierro. Esta noticia fue facilitada por los directivos de aquella sociedad, los señores Requena y Bobrazyk (Revista Minera, RM, año 1891, tomo 42 pag 342), quienes en la Roza de Santa Matilde montaron un muro de contención para evitar la entrada de aguas del río Almanzora, instalando cinco bombas Allen de 115 Cv. Por otra parte, Borner y Cía establecieron un cable desde sus minas de hierro de Alfaro (Almeria) a la estación del ferrocarril de Sierra Alhamilla (RM, Tomo 45, año 1894, pag 85), adquiriendo 63.000 traviesas de roble, para la construcción del ferrocarril.

 

El Ferrocarril económico de Sierra Alhamilla al embarcadero de Agua Amarga, obedece a la inversión de la “Compañía Minera de Sierra Alhamilla”  formada en Bilbao, el 23 de mayo de 1893 por Ramón de la Sota, Eduardo Aznar, el industrial alemán Otto Kreizner y por Hermann Borner, comerciante establecido en Londres que aportó el grupo de minas a beneficiar. La sociedad se creó con un capital de 2.000.000 pesetas, con el objeto de explotar los yacimientos de hierro de Lucainena de las Torres (Almería).

 

Por R.O. del 15 de julio de 1894 (Gaceta de Madrid, 16.06.1894) se autorizó al Gobierno para conceder un Ferrocarril económico desde Lucainena de las Torres a la ensenada de Agua Amarga, sin subvención del Estado, a la Compañía Minera de Sierra Alhamilla. Se declaró de utilidad pública a efecto de las expropiaciones necesarias para su construcción. La línea se construyó  de acuerdo con el proyecto de Eduardo Aburto, firmado en mayo de 1894 por Cayetano Fuentes, recibiendo el 28 de octubre de 1894 el informe favorable de la 4ª División de Ferrocarriles; otorgada la concesión en 1895, por un periodo de 99 años, de acuerdo con la Ley Especial de 15 de junio de 1894 que declaró la línea de utilidad pública a efectos de la expropiación forzosa, ajustándose al pliego de condiciones aprobado por la R.O. de 16 de febrero de 1895.

 

Una vez concluidos los tramites sobre la construcción de la línea, y para llevarla a cabo, se solicitó a la Administración que se habilitara la ensenada de Agua Amarga para el desembarque de material destinado al ferrocarril y para el embarque del mineral procedente de las minas. La solicitud fue atendida por el Ministerio de Hacienda, dejando la vista de Aduanas de la ensenada de Agua Amarga, dependiente de la Aduana de La Garrucha, con la obligación de atender los gastos y dietas  del vista de aduanas que verificara los despachos (Gaceta de Madrid, 17.08.1894). Las obras de construcción dieron comienzo en septiembre de 1894, quedando terminado el muelle del embarcadero de Agua Amarga en 1895, concluyendo la instalación de la línea en marzo de 1896. A partir de aquel momento se expidió el primer cargamento de mineral  acumulado en los depósitos de Agua Amarga, en mayo del mismo año, a bordo del vapor  “Albia”. El costo de la línea fue de 100.000 pesetas por kilómetro, incluyendo el material móvil, arrojando una inversión total de 3.675.000 pesetas. En la cabecera de la línea, las minas Manuela y Macarena dieron en 1898 una producción de 162.174 Tm, a las que habría que añadir las explotaciones en preparación de la Mina “Visto” (RM, Tomo 50, año 1899, pag 322). Esto provocó la inversión de 4.000.000 pts para la preparación y puesta en orden para el laboreo de la totalidad de las minas disponibles en la cuenca.

 

En 1903 el capital socia de la Compañía Minera de Sierra Alhamilla era de 3.150.000 pesetas en acciones de 1000 pesetas. Separado Hermann Borner del accionariado y retirado en 1895 Otto Kreizner, la dirección de las minas y del ferrocarril, quedó en manos de Sota y Aznar, a quienes les arrendó las minas “Stolberg”, “Westfalia” y “Hierros de Almería”. Ese año Sota y Aznar realizan una  ampliación de capital con una participación del 38,8 % de un total de 3.150.000 pts. Ramón de la Sota consiguió reducir los costes de carga y salida del mineral de 1 pt/Tm a 0,15 pts/tm, al quedar concluidas las obras de los casi 40 kms de ferrocarril desde los criaderos de Lucainena y el embarcadero de la ensenada de Agua Amarga (GIVF, 10.10.1895). Una vez establecido el ferrocarril, se constató que el coste del embarque en Agua Amarga era de  15 céntimos /Tm

 

Línea de La Compañía Minera de Sierra Alhamilla (de Lucainena de Las Torres al Embarcadero de Agua Amarga)

 

En la junta General de Accionistas, celebrada el 30 de abril de 1901, el director de las explotaciones, Pablo Fabregat, manifestó que las minas  de hierro de Gracia, Visto, Manuela, la Fe y otras del distrito de Lucainena, en manos de Sota y Aznar, produjeron 124.404 Tm de campanil y 43.708 Tm de carbonato cálcico en 1900. Desde 1896, año en que se inició la explotación, se llevaban extraídas 725.141 Tm de mineral, con un costo de transporte de 0,903 Pts/tm/Km, al que había que añadir el de 0,123 pts/Tm de embarque (RM, Tomo 52, año 1901, pag 297)

 

Las pendientes de la línea principal, salvo pequeñas contrapendientes, eran favorables al tráfico; la pendiente media era de 1,5 %. El ferrocarril se montó con carriles de 22 kg/ml y ancho de vía de 750 mm sobre los que circulaban vagones de 3 Tm de tara y de 10 Tm de carga, siendo las locomotoras de 30 Tm . El gran problema de las cinco locomotoras disponibles era la gran dureza del agua que consumían, lo que producía fuertes precipitaciones de cal que obligaban a mantener dos en marcha, dos en reparación y una en lavado, operación que se realizaba cada tres días, plazo en el que efectuaban un recorrido de 185 Kms/día en 12 horas y un transporte útil de 250 TM por locomotora, en trenes de 16 vagones. El costo completo del ferrocarril se cifró en 3.250.000 pts a los que hubo que añadir 160.000 pts de los depósitos de mineral y 260.000 del costo del embarcadero, lo que arrojó un coste total de 3.675.000 pts. En el itinerario se cruzaban dos puentes metálicos de 35 y de 30 ml. El coste total (RM T52, año 1901, pag 348) se cerró en 100.000 pts/km, incluido el material fijo y móvil.

 

 

Dibujo de los hornos de calcinación de Lucainena y de sus planos inclinados

 

La línea partía de Lucainena de Las Torres, donde se ubicaban talleres, dirección, depósito de material, almacenes y la central eléctrica accionada a vapor, recibiendo el mineral en aquel depósito a través de un gran plano inclinado de 40 ml de desnivel llamado “Barruncho” al que accedía un ferrocarril auxiliar que recogía el mineral de la parte alta de las explotaciones, donde concurrían ocho planos inclinados con sus correspondientes tramos horizontales que accedían hasta la estación de Lucainena de las Torres a 250 metros de altura sobre el nivel del mar, hasta el embarcadero de Agua Amarga a 80 metros sobre el nivel del mar; en Agua amarga existía un último plano inclinado automotor que permitía acceder los vagones cargados hasta un gran deposito de 50.000 Tm de capacidad donde mediante unos fondos dotados de una descarga tipo buzón se permitía acceder a otras 30 vagonetas que cargaban por el inferior y mediante 4 vías de 600 mm de ancho accedían al pescante de carga del embarcadero.

 

El embarcadero de Agua Amarga situado a 14 ml sobre el nivel del mar, avanzaba hasta 70 ml mar adentro. Este embarcadero tenia capacidad para 400 Tm/hora permitiendo la carga en 12 horas de un buque de 5000 Tm (RM 1 de mayo de 1909, pag 219 y 220). De las cuatro vías que accedían al embarcadero, dos eran para vagones cargados y otras dos para los vacíos, realizando el servicio entre los depósitos y la vertedera del cargadero. En el embarcadero de Agua Amarga, se disponía de una línea de carga de 600 mm de ancho con unas 20 vagonetas de 2,8 Tm de carga cada una de ellas, permitiendo una capacidad de carga de 3.000 Tm en 10 horas de trabajo. Las minas de Lucainena de las Torres proporcionaron, en 13 años de explotación (hasta 1909) un total de 1.800.000 Tm de mineral. Las líneas mineras y la general eran de 75 mm de ancho, la línea general era de 36.208 ml, alcanzando los 39 kilómetros, si se añaden las vías de servicio. En 1911 se pensó en establecer un cable aéreo auxiliar en la estación de Camarillas, estudiando paralelamente un ramal ferroviario auxiliar; ninguno de estos proyectos se llevó a cabo.

 

La buena administración de Ramón de la Sota situó a estas minas, a pesar de no disponer de la calidad que se esperaba, como ejemplo a seguir por otras instalaciones de su tipo. En 1902 añadieron el socavón de “Cantona”, situado a un nivel inferior de 58 metros respecto de los demás, en un nuevo campo que posiblemente permitiría añadir 1.500.000.Tm de carbonatos. La producción en 1901 ascendió a 167.762 Tm de las que 92.381 fueron de campanil y 44.334 de carbonato cálcico, siendo el resto mineral acopiado para calcinar. Esto permite confirmar que desde el inicio de la explotación en 1896 se han producido 900.000 tm de mineral. La buena gestión permitió en 1902 contar con una amortización 2.405.523 pts del costo total de las instalaciones que se cifraban en 4.883.453 pts (RIVF, 25.05.1902). No obstante, resultaba muy cara su extracción (7,73 pts Tm). Por la Gaceta de Madrid del 11 de enero de 1902, conocemos la autorización al Gobierno para otorgar la concesión de un ramal ferroviario de enlace con el embarcadero de Las Almadravillas (en la ciudad de Almería), propiedad de la Compañía de los ferrocarriles del Sur de España, según un proyecto presentado por José Navarro Vivaldi y Ramón Navarro Arias, concedido por 99 años, sin subvención alguna del Estado y declarado de utilidad pública a efectos de las expropiaciones necesarias para establecer la línea.

 

Los datos recogidos de la Revista Minera (Tomo 55, año 1904, pág 486) recogen varios ejercicios, manifestando que en 1900 los accionistas percibieron tres repartos de dividendos del 8 % cada uno y dos del mismo tipo en 1901; en cambio en 1903 no se percibieron dividendos debido a la caída de los embarques de mineral, unido al problema surgido en los arranques por la dureza de los carbonatos, asunto que se tenia previsto solucionar instalando máquinas percutoras mecánicas. Pese a ello, en 1903 la venta de mineral ascendió a 163.240 Tm. El transporte de mineral suponía, en 1901, un costo de 0,025 pesetas/tonelada/kilómetro y el embarque 0,123 pesetas, cifras bajas en consonancia con el precio del carbón en 1900. Por tanto, la administración de aquel ferrocarril fue ejemplar, hasta el punto de llegar al reparto de dividendos del orden del 24 % , consiguiendo altas rentabilidades entre 1896 y 1910, descendiendo paulatinamente con posterioridad y quedando estabilizada la explotación hasta 1931.

 

En esta zona de explotación, la sociedad Sota y Aznar aplicó la misma filosofía que habían adoptado en sus explotaciones de Setares, creando una explotación integral, de manera que desde el laboreo en las minas, su transporte por ferrocarril, el embarque y el flete hasta destino, incluso las comisiones de la venta, quedaban en poder de la sociedad Sota y Aznar, si bien en Sierra Alhamilla los rendimientos fueron inferiores a los obtenidos en Setares. En 1908 se cuantificó el costo primitivo de las minas, ferrocarril y embarcadero en 4.259.204 pts; se gastaron 1.359.717 pts más, lo que arrojaba un total de 5.618.922 pts; en seis ejercicios se amortizaron 2.852.389 pts, por lo que el valor en 1908 se cifró en 2.766.533 pts (Revista Minera, Tomo 59, año 1908, pag 161).

 

La actividad minera se desarrollaba a una altura sobre el nivel del mar de 524 m; mediante esta línea  de vía estrecha se movían 150.000 Tm/año, empleando únicamente cuatro locomotoras, manteniendo dos en servicio; una en reparación y otra en lavado por la dureza de las aguas para las calderas. Si cada máquina trabajaba 150 días al año, haciendo dos viajes y medio completos por día, bajando 250 Tm útiles, se podría aumentar el tráfico, estableciendo más apartaderos. El coste de transporte desde las minas al embarque se cifró en 1 pts/Tm. Los datos suministrados por Sota y Aznar, compañía propietaria de las minas, vertidos en la Revista Minera (año 1910, Tomo 61, pagina 269) arrojan las siguientes cantidades de mineral transportado por este ferrocarril:

 

año

Tm transportadas

TM embarcadas

1905

165.827

 

1906

171.942

 

1907

165.474

167.042

1908

114.096

124.790

1909

121.490

98.348

 

Finalmente se suspendió la actividad el 12 de septiembre de 1931 al estancarse la exportación de mineral. Suspendida prácticamente la actividad entre 1936 y 1939 en que terminó la contienda civil española, las minas fueron gestionadas por los obreros sin grandes resultados por la baja explotación. La incautación por el Estado de las minas, la falta de gestión directa de Ramón de la Sota (fallecido en 1936) y la escasa rentabilidad que ofrecían los restos mineros, llevaron al Consejo de Administración a suspender la actividad en su reunión del 12 de septiembre de 1941. Cesando en 1942 la actividad con la carga del último vapor, el “Bartolo”, en Agua Amarga. Siendo desmanteladas las instalaciones de la línea, pasando a ser vendidas las  locomotoras.

 

 

 

Restos del  anclaje del Cantaliver del antiguo embarcadero de Agua Amarga

 

Estaciones de la línea:

 

PKm

Estación

0

Lucainena de las Torres

8

Perelejos

16

Camarillas

28

La Palmerosa

36,2

Muelle Cantaliver de Agua Amarga

 

La línea contaba con 17 pasos a nivel, 10 pasos inferiores y 11 superiores, montada con carriles de 22 Kg/ml, disponía de radios mínimos de 60 ml, con un ancho de banqueta de explanación de 2,95 ml

 

Material móvil:

 

a) Locomotoras  adscritas a los ramales mineros

 

Num.

nombre

rodaje

fabricante

Año fab.

Num.fabric.

referencia

1

“Gracia”

0-2-0-T

Sächsische Maschinenfabrik

1895

2078

(6)

2

“Visto”

0-2-0-T

Sächisische Maschinenfabrik

1895

2050

(6)

7

“Manuela”

0-2-0-T

Sharp Stewart

 

1895

(1)(2)

6

“El Negro”

0-2-0-T

Sharp Stewart

 

1896

(1)(2)(3)

 

b) Locomotoras de línea :

 

Num.

nombre

rodaje

fabricante

año

 Nº fabric.

referencia

3

“Lucainena”

0-3-2-T

Nasmyth  Wilson

1895

464

 

4

“Nijar”

0-3-2-T

Nasmyth  Wilson

1895

465

 

5

“Agua Amarga”

0-3-2-T

Nasmyth  Wilson

1895

466

 

8

“Carboneras”

0-3-1-T

Hunslet

1896

659

(4)

9

”Peralejos”

0-3-1-T

Sharp Stewart

1902

4924

(5)

 

(1)   Trasladadas a la Compañía minera de Setares (también propiedad de Sota y Aznar)

(2)   Desguazadas en  Setares en 1968

(3)   Llegó a Setares  el 5 de abril de 1926

(4)   Pasó a Hulleras de Riosa (rebautizada como “Mariona” donde fue desguazada antes de 1970)

(5)   Rebautizada  “Rivas”

(6)   Ex Richard Hartmann

 

Los vagones de mineral de la línea general, cuyo número ascendió en 1914 a 166 unidades, contaban con tara de 2900 Kilos y una carga total de 7.500 kilos, llevaban bordes laterales siendo uno de ellos de apertura lateral. Los vagones de las líneas auxiliares eran de tamaño mas reducido, su tara era de 1000 kilogramos y su carga era de 2,5 Tm  alcanzaban las 200 unidades, de las que las últimas series eran totalmente metálicas. También habían dos coches de viajeros para 20 plazas, uno de ellos mixto para personal y para el ingeniero de la línea.

 

Productos de la explotación:

Desde el inicio de la explotación en 1896, hasta 1908 se embarcaron 1.666.332 Tm

 

año

Embarques Tm

Ingresos pts

Gastos pts

Beneficio pts

Coef expl. %

1901 (a)

 

 

 

420.349

 

1906 (b)

154.515

 

 

 

 

1907 (b)

167.042

281.095,68

 

 

 

1908 (c)

124.790

 

 

 

 

1909 (c)

98.348

 

 

 

 

 

datos de la Revista Minera – tomo 53 año 1902, pág 189

datos de la Revista Minera – tomo 59 año 1908, pag 161

datos de la Revista Minera – tomo 61, año 1910,pag 269